Aldosivi, grito de gol con alma de marinero

Aldosivi, grito de gol con alma de marinero

Un 29 de marzo de 1913 se concretó la fundación de un club en la confitería El Recreo, ubicada en la actual calle 12 de octubre y Avenida De los Trabajadores. Desde esta columna le deseamos un muy feliz cumple al bravío Tiburón marplatense.

sábado, 28 de marzo de 2020

dedicado a Carlos Melara

“Despierta,
has de pintar nuevas constelaciones
para que navegantes extraviados en la noche
encuentren el camino que les acerca al mañana”

Silvio Rodríguez

 

Esta historia tiene su prólogo en la ansiada construcción del puerto marplatense. La primera concesión otorgada a la Firma Taglioni Hnos fue declarada caduca el 11 de octubre de 1909, dado que los oferentes fracasaron en su plan de financiación del proyecto.  En virtud de los acontecimientos, el Congreso sancionó la ley Nº 6499, autorizando al Poder Ejecutivo de la Nación a contratar la realización del «Puerto de ultramar de Mar del Plata», con empresas particulares de reconocida capacidad financiera mediante un concurso de competencia.

 

La Dirección General de Obras Hidráulicas presentó las bases del concurso de proyectos y licitación de las obras y el 12 de noviembre de 1909, el gobierno argentino aprobó los fundamentos ejecutorios  para la edificación del puerto de ultramar y de cabotaje, fijándose el 14 de julio de 1910 como fecha de lectura de las propuestas   expresando: «El desarrollo de la producción exportable, impone la necesidad de aumentar el número de puertos de aguas hondas, que permitan la reducción de los fletes con el aumento de tonelaje y calado de los buques entre los cuales, el de Mar del Plata, tiene señalado un puesto de favor respecto al turno de la construcción».

 

La apertura de sobres se hizo efectiva en presencia del Escribano Mayor de Gobierno, y se procedió a abrir los pliegos de las ocho empresas participantes. La Firma Sociedad Nacional de Trabajos Públicos de París, cuyos titulares eran los ingenieros  Allard, Dolfus, Sillard y Wiriot, ganó la compulsa y el 7 de enero de 1911 firmaron el respectivo contrato.

 

Cuentan viejos pescadores que los obreros que trabajaban en la construcción del puerto marplatense pretendían tener un lugar de descanso y esparcimiento. En sus ratos libres organizaban auspiciosos partidos de fútbol. Por tal motivo un 29 de marzo de 1913 se concretó la fundación de un club en la confitería El Recreo, ubicada en la actual calle 12 de octubre y Avenida De los Trabajadores.

El nombre de la institución fue formado por las dos primeras letras de los apellidos de los ingenieros y propietarios de la empresa constructora del puerto: Allard, Doulfus, Sillard y Wiriott. Así nació  AL-DO-SI-WI. Al escribir la denominación  de la institución por telégrafo no se podía usar la letra W, por tanto, fue cambiada por la V.

 

Los colores primigenios  fueron azules, blancos y rojos, en homenaje a la nacionalidad francesa de los ingenieros. Luego el dueño de la Tienda Victoria donó telas de color verdes y amarillas para confeccionar las camisetas.

 

De esta manera el Verdeamarelo conquistaba para siempre el corazón de los habitantes del puerto. El puerto ya no era solo pesca, ni luchas sociales de sus trabajadores, también era pasión popular corriendo tras una pelota.

 

Meses después, tras los primeros intentos fundacionales, Aldosivi, Atlético Mar del Plata, Pedro Luro y San Martin dieron vida también en  1913 a Liga Marplatense de Fútbol y el 28 de junio rubricaron el acta  que puso en marcha la utopía futbolística de los habitantes de la Costa Galana.

 

El 13 de julio, a las 14:30, en suelo portuense, se disputó el primer partido oficial de la flamante institución deportiva. Aldosivi y Pedro Luro fueron los protagonistas de un cotejo histórico en el marco de la llamada Copa Ingeniero Martínez de Hoz. El árbitro fue Pedro Fullaondo, quien seis días después fue designado tesorero liguista.

Y la pasión por los colores verdes y amarillos se hizo callo y el callo aprisionó para siempre un sueño que otros pergeñaron un siglo atrás. Fuerte el puño para sostener con firmeza en el tiempo las sogas de un barco que navegó un centenar de años en aguas profundas hasta amarrar en un puerto cercano que lo recibió afable como siempre. Miles se apretujan, se reencuentran, miles de manos laboriosas se estrechan afectuosamente para  abarcar jubilosamente a los que  pisan tierra firme por primera vez. Quijotescos aventureros de una utopía hecha realidad.

 

Ciento siete años después  reaparecen borrosas y lejanas las imágenes de aquellos franceses que botaron desde el afecto este acorazado verde y amarillo. Fotografías en blanco y negro también de los primeros inmigrantes italianos, testigos privilegiados  de la construcción del puerto de Mar del Plata. Familias de pescadores que sabían con certeza que el pan se ganaba a diario, agachando el lomo bajo un sol de fuego que calcinaba los adoquines y la madera virgen de las primeras lanchitas amarillas.

 

Sabios capitanes y muy  humildes laburantes, juntos, resistiendo con valentía su embarcación en violentos temporales. Viejos lobos de mar que supieron cómo remover y poner en movimiento su  barco cuando los vientos los obligaron a encallar en la arena.

Desde esta columna le deseamos un muy feliz cumple al bravío Tiburón marplatense. Y por supuesto nuestra solidaridad y nuestro abrazo fraterno para todas y todos los obreros portuarios, muchos de ellos trabajadores informales, quienes hoy, en plena pandemia, padecen la crisis y temen  perder sus puestos  de trabajo. Salud Aldosivi, salud y mucho coraje a los obreros del puerto marplatense.

 

Y por último, como escribió alguna vez el magnánimo Eduardo Galeano: “El desarrollo es un viaje con más náufragos que navegantes”, por tanto un merecido reconocimiento para todos los obreros, socios, dirigentes, jugadores y simpatizantes  que fueron parte de este viaje aldosivista y  que por capricho del destino no pudieron llegar a tierra firme.

 

Mario Giannotti

 

Comentarios de los lectores

  1. Carlos Melara dice:

    Muchas gracias Mario por dedicarme esta formidable nota conmemorativa del aniversario de nuestro querido Aldosivi.
    Sin dudas tu descripción tiene ese toque especial y particular tuyo que la hace además muy calurosamente humana.
    Un fuerte y fraternal abrazo

  2. José Piergentili dice:

    Como hijo de pescador, a pesar de que futbolísticamente he enfrentado varias veces a Aldodivi jugando para Independiente, celebro el cumpleaños del club y la pluma exquisita de Mario Gianotti

  3. marcos dice:

    Tenia 12 años año 73,Tandi…tenia hambre ,vendía golosinas en estadio San Martin…tenia vergüenza,…de pronto vi aparecer una cantidad de colores verde y amarillo…cantando…me parecia la bombonera….era la hinchada del Tiburón…rumbo a la tribuna para disputar con Racing partido por Nacional…y me quedo grabado…no se porq…inolvidable…el destino me hizo vivir en la feliz,trabaje en el puerto…fui socio…porq sera.Ese dia gano Racing 3/1

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