Con cara de malo y un cuchillo entre los dientes

Con cara de malo y un cuchillo entre los dientes

Diego Pablo Simeone abrazó con fervor la camiseta nacional. Su coraje y su talento deportivo fueron incondicionales en cada partido que disputó con el equipo patrio. El Cholo jugó siempre con el cuchillo entre los dientes y con la pelota como símbolo de entrega.

domingo, 28 de julio de 2019

“No soy un fulano con la lágrima fácil, 
de esos que se quejan solo por vicio.
Si la vida se queja le meto mano”.

Joaquín Sabina

 

La Selección Argentina de fútbol y su par australiana tienen un historial que comenzó hace 31 años cuando el combinado albiceleste, dirigido por entonces por el inefable Doctor  Carlos Salvador Bilardo, se presentaba el 14 de julio de 1988 en Sidney en el marco de la Copa de Oro Bicentenario de Australia. Los locales, increíblemente  ganaron por goleada 4 a 1.

 

Aquella fecha no solo quedó signada por la impensada derrota argentina, sino además por el debut de un pibe velezano que años después se transformaría en símbolo indiscutible de la camiseta celeste y blanca: Diego Pablo Simeone.

 

Argentina formó aquella jornada con Luis Islas, Néstor Lorenzo, Mario Lucca, Oscar Ruggeri y Oscar Garre, Hernán Díaz, Diego Simeone, Sergio Batista (87’ Pedro Monzón) y Claudio Cabrera (63’ Oscar Dertycia), José Luis Rodríguez y Toribio Aquino.

 

El conjunto local se alzó con la  Copa  con goles de Paul Wade, Charlie Yankos en dos ocasiones, uno de penal y  Vlado Bozinoski. Oscar Ruggeri, por su parte, había establecido el 1 a 1 transitorio.

 

Vélez fue para el Cholo Simeone casa  y puerta de ingreso a la selección nacional. “La visita arrancó mejor adueñándose de las acciones por el despliegue de Gissi y Simeone”, dice en el segundo párrafo la crónica de un suplemento deportivo en referencia al partido jugado en La Plata el 13 de setiembre de 1987 en el cual  Gimnasia le ganó 2-1 a Vélez.

 

El Cholito apenas tenía 17 años y en su debut en Primera se destacó como uno de los mejores de aquel equipo dirigido por Daniel Willington. Fue calificado con un 6, la nota más alta junto con Navarro Montoya, Karabín y Gissi. El Cholo volvió a ser titular a la fecha siguiente frente a Argentinos y luego de permanecer cuatro partidos como suplente volvió a la titularidad y no la dejó nunca más.

A menos de un año de su estreno en la elite del certamen de AFA, Carlos Bilardo lo hizo debutar en la Selección. Un 14 de julio 1988, en Sydney, Australia. Allí desplegó por primera vez su temple y jugó el primero de sus 106 partidos internacionales. Con la celeste y blanca logró cuatro títulos (Copa América 91 y 93, Rey Fahd 92 y Artemio Franchi 93), disputó tres Mundiales y fue subcampeón olímpico en Atenas 96. Su pasión por la camiseta nacional fue bandera en su exitosa trayectoria futbolística.

 

Diego Pablo Simeone abrazó con fervor la camiseta nacional. Su coraje y su talento deportivo fueron incondicionales en cada partido que disputó con el equipo patrio. El Cholo jugó siempre con el cuchillo entre los dientes y con la pelota como símbolo de entrega. “Rápido para correr, rapidísimo para pensar, vivo como pocos”, exclamaba  Carlos Bilardo

 

Y acaso si el gran Diego Pablo Simeone tuviera que elegir de todas las vidas, parafraseando a un mítico simpatizante de su Atlético de Madrid, Joaquín Sabina,  sin lugar a dudas escogería la del pirata cojo, con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo, y por supuesto, con un cuchillo entre los dientes…

 

Mario Giannotti

 

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