Adiós viejo y querido capitán de la calle: murió Walter Della Torre

Adiós viejo y querido capitán de la calle: murió Walter Della Torre

La noticia cruda y despiadada lastima los viejos corazones de los históricos protagonistas del fútbol local. La muerte, un maldito wing que tarde o temprano doblega cualquier marcación, pudo ganarle 86 años después el mano a mano al entrañable y bravío Walter Della Torre, símbolo indiscutido de la selección marplatense.

lunes, 18 de noviembre de 2019

“Porque gritaba cuando había que callar

le llamaban todos «aguafiestas»

dormía todo lo que había que soñar

sin perdonar una siesta.

Y, aunque nadie daba un duro por él

se volcaba tanto en los detalles

que sin llegar a nada llegó a ser

el capitán de su calle”.

   Joaquín Sabina

 

Walter nació un 27 de agosto de 1933. Su infancia atesoró inolvidables picaditos de barrio en los potreros delimitados por las calles Italia, Bolívar y Moreno. Su casa oficiaba como una especie de límite geográfico con el Club River, su lugar en el mundo, institución que lo vio debutar en primera en 1947 gracias a la valiosa intermediación de Juan Carancho Carnevale, alma mater del tripero  a quien él llama su segundo papá. Urquiza lo quería como refuerzo, pero Carancho fue categórico en su postura. “Como les voy a dar a Walter, si puede jugar acá”. Y así, de esta manera,  a los 14 años, Walter Della Torre hizo su presentación en la máxima categoría de la mano del entrenador Américo Busai, conocido por todos como Kubala.  Allí, conocería a la perfección el oficio de marca punta izquierdo, allí construirá una maravillosa vida ligada al fútbol, su segunda vida.

 

Para muchos hinchunes de tablón, Walter Della Torre es símbolo indiscutido de la selección marplatense, referente obligado de River en los gloriosos años 50, década en la cual los “triperos” se repartieron los torneos con Quilmes. La seguidilla de títulos comenzó en 1953. Enumero nombres propios que hicieron historia en la pradera riverplatense: Edmon Elías, Horacio Cacho Pirosanto y Walter Della Torre; Eduardo Montes de Oca, Eugenio Fonty Sulpizio y Francisco Polo Rodríguez; Tomas Silva, Aníbal López, Raúl Bigote Nery, Oscar Anido y Leonardo Silva. Con ellos alternaron Berenz, De Francesco, Aguirre, Sierra y Soria. Un año después repitieron el campeonato de manera invicta. Al plantel se habían sumado ya los jóvenes Lastres, Larsen, Hoyos y Loredo. En 1955, el conjunto orientado por Kubala, se alzó nuevamente con la presea liguista.

 

“Pepe Piantoni fue el mejor dirigente de la historia de Mar del Plata”,  me dijo alguna vez  Walter, luego rebautizado por su amigo Mario Trucco – “El Walter”-. “Pepe era muy inteligente, armaba sin mezquindades aquellas formidables selecciones de Mar del Plata, su Quilmes reforzado, para enfrentar en la ciudad a los mejores equipos del país. Por ejemplo, nosotros nos matábamos en la cancha con los jugadores del cervecero, pero el convocaba a la defensa de River y a la delantera tricolor. Y nos unía, nos amigaba, un fenómeno Don Pepe”.

 

Walter también me confesó que jugaba fuerte, pero muy leal. Que estuvo dos años en Argentinos Juniors y se volvió porque no se pudo adaptar al mundillo porteño y extrañaba a la familia y a los amigos. Que ganaba siempre de anticipo, que cabeceaba muy bien en defensa, que era casi un experto arrojándose a los pies del wing rival para sacarle la pelota, que no hacía goles y que nunca traspasaba la mitad de la cancha. Me juró que jugó con los mejores, que su familia, fundadora del Club Nación, nunca le perdonó no vestir la casaca de los Bichitos Azules , que aprendió el arte de la marcación de Cacho Pirosanto y de Pichón Zalazar. “Cacho salía a los cruces y el delantero terminaba contra el alambre, era fuerte, impasable, Pichón, era distinto, el esperaba al rival, era pura calidad. Los dos fueron unos maestros”.

 

Daniel el Toro Abelén graficó en pocas palabras lo que significó para el fútbol marplatense la figura de Walter Della Torre. “Un ejemplo de persona, un ejemplo de profesional, un ejemplo de amigo, es un uno de los tipos que en el tránsito de la vida valió la pena conocer”.

 

Mis charlas con aquel héroe del fútbol marplatense siempre transcurrieron sin sobresaltos sobre una de las mesas que da al ventanal de la avenida Luro de El Galpón, el café del Lavadero del querido Pancho Rago. Walter  contaba allí sus historias día tras día y los clientes del lugar escuchaban embelesados su relato. Por su lateral desfilaron próceres del fútbol argentino. En un amistoso con el River capitalino, por ejemplo, marcó a dos estrellas millonarias. En el primer tiempo se fajó con el Feo Ángel Labruna y en la segunda parte del pleito tuvo que marcar a un tal Enrique Omar Sívori.

Pancho Rago amaba hablar de fútbol con Walter. “El viejo era amigo de mi papá, lo conocí de pibito. Lamento mucho su muerte, es un dolor profundo. Él venía todos los días al Lavadero y hasta el que no sabía de su  trayectoria aprendía a conocerlo y a quererlo. Hoy tengo una tristeza muy pero muy grande”.

 

En 1969 fue campeón con Atlético Mar del Plata, en 1971 logró el título con San Isidro en una especie de Primera C marplatense.  Al poco tiempo comenzó su carrera de entrenador. La barriada de El Cañón lo convirtió en su ídolo máximo tras la conquista del campeonato de ascenso en 1978.

 

Walter trasmitía con sus jóvenes y muy vitales 86 años pura pasión futbolera. Me aseguró que el mejor jugador que vio en la ciudad fue el Traca, el Cantinflas  Digioa, un diez que jugaba en Once Unidos con su hermano Ulises. Me repitió hasta el hartazgo que la universidad del fútbol es el potrero y que el fútbol era su segunda vida.

 

Carlos Pato Posada lo acompañó hasta los últimos días de su vida al entrañable capitán, Walter primero fue como un padre que le acercó mil consejos y luego un hermano mayor. “Fuimos amigos del fútbol, mi familia lo contaba como uno más. Walter fue una figura muy importante, amaba lo que hacía, era un gran tipo, muy amigo de sus amigos”.

 

Sobre el final de la charla el viejo capitán me regaló una anécdota desopilante, la explicación tal vez, de algunas crónicas periodísticas muy favorables. River en aquella década de gloria, le había otorgado a él y a Cacho Pirosanto la concesión del buffet de la cancha. Llamaba la prensa y atendían sin titubear el único teléfono de la zona los mismísimos crack triperos, quienes ante la consulta del Cholo Ciano informaban que Pirosanto y Della Torre habían sido las grandes figuras del cotejo.

 

Desde estas líneas, humilde reconocimiento para Walter Della Torre, ídolo indiscutido del fútbol marplatense, ídolo que vivió intensamente su pasión, un bravío marcador de punta que se jugaba la piel en cada cruce ante el  wing de turno, un alma querible, un tipo con labia, que siempre nos contó una bella historia con gusto a otra cosa, que al escucharlo nos hizo sentir sin lugar a dudas, como canta el Negro Juárez, “que aún vale la pena jugarse y vivir.”

 

Adiós viejo y querido capitán, la puta muerte tuvo que esperar 86 años para ganarte un mano a mano. Adiós capitán, adiós querido capitán de la calle…

 

Mario Giannotti

 

Comentarios de los lectores

  1. Roberto Atilio Falcone dice:

    Muy linda nota. Me dirigió en San Isidro en 1974 club en el que desplegó una influencia maravillosa, armo un equipo juvenil con una fuerte impronta sobre el compañerismo y la visión del comjunto por encima de las individualidades. Un tecnico-amigo, un señor en todos los aspectos. Sin duda se fue un maestro de nuestro futbol local. Un abrazo gigante a su familia.
    Roberto Falcone

  2. Juan Manuel Ponce dice:

    Excelente persona. En 1989 fue mi DT y ascendimos con Independiente, justo se cumplen 30 años de ese hermoso recuerdo. Cosas que dejan las personas como el. Saludo y respeto a su familia.

  3. Luciana scarnichia dice:

    Tuve el placer de acompañarlo en sus ultimos años! La Vida me permitio conoser un tipaso! Sus anecdotal y alguna q otra infidencia con un partidito de truco x medio! Tu partida nos dejo un savor amargo! Pero nada puede empañar Las charlar q tuvimos ! El placer de esos almuerxos con amigos! Que era un placer compartirlos , si q eran de fierro viejito! Siempre mimamdolo y admirandote! Genios se los extraña ! Te ectrañamos siempre vas a estar en niestros corazones un ejemplo con mayuscula! Te quiero gracias x permitirnos Ser una parte de tu Vida!! Tus asistentes…. 😘

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