Peñarol se quedó un clásico vibrante y lleno de emociones

Peñarol se quedó un clásico vibrante y lleno de emociones

En un partido que tuvo todas las atracciones de un clásico y llegó al segundo tiempo suplementario, Peñarol venció al cervecero por 105 a 101. El goleador del cotejo fue Ortíz con 38 puntos. En el ganador se destacó Brown (28 puntos).

viernes, 18 de enero de 2019

En el comienzo del partido, el equipo cervecero logró tomar las riendas del mismo con una ventaja 10 – 0 de la mano de Lucas Ortiz. El escolta comenzó con la mano caliente y lideró la rápida ventaja de los dirigidos por Javier Biachelli con 7 puntos. Peñarol por su parte fue de menor a mayor: una racha de Todd Brown con tres triples consecutivos, le permitió al equipo milrayitas dar vuelta el marcador y tomar la ventaja por primera vez en el juego por 18 a 17. Punto aparte para el escolta estadounidense, que llegó a los 15 puntos y fue el epicentro de las conversiones del equipo de Gutiérrez. En un primer cuarto parejo, tanto en el juego como en el marcador el primer período concluyó 25 a 25.

Al igual que en el primer cuarto, el segundo comenzó con una ventaja cervecera. El protagonista nuevamente fue Lucas Ortiz, que abrió el segundo período con un triple y un doble. Desde el banco, el camerunés Essengue aportó 6 puntos importantes para una ínfima superioridad de los de Bianchelli. El roce fue por encima del juego y en consecuencia, ambos equipos entraron en penalización faltando 4 minutos para el desenlace del chico.

Un doble de Juani Marcos terminó de completar la levantada de Peñarol, que logró igualar las cosas en 46 a falta de dos minutos y medio. Con fallas defensivas en ambos equipos, y un goleo muy alto, el segundo cuarto fue calcado al anterior: Una ventaja inicial de Quilmes, una levantada de Peñarol y un clásico que cambió constantemente de dueño y que finalmente concluyó en igualdad por 52 a 52.

Víctor Fernández reemplazó al lesionado Luciano Tantos y con un triple suyo, el tercer cuarto comenzó nuevamente con ventaja cervecera y le permitió al base aumentar su marca personal a 13 unidades. Con otro tiro desde afuera del perímetro, el endiablado Lucas Ortiz llegó a los 23 puntos y estiró la superioridad quilmeña.

El partido ingresó en una etapa de imprecisiones, roce excesivo y tiros fallidos. Ésta se cortó con una triple de De la Fuente, que estiró la ventaja del elenco de Bianchelli a 4 unidades. Ventaja que se vio opacada con un triple de Nicolás Lauría que permitió que Peñarol finalizara el tercer cuarto en ventaja por 68 a 67.

El último cuarto arrancó distinto a los anteriores: En 2 minutos y medio de juego, Quilmes tomó la ventaja de la mano de Ortíz y Vasirani, que con sendos dobles, le permitieron al cervecero lograr una nueva superioridad de 4 puntos. Peñarol, de la mano de Lucas Arn logró empardar las cosas en 74 faltando 4 minutos para el cierre del partido. Sin embargo, Mateo Bolívar respondió con otra bomba desde afuera del perímetro.

Peñarol se vio en desventaja y Gutiérrez buscó darle una inyección de vértigo al ataque de su equipo con la dupla Gianella – Marcos. Este último redujo a un punto la ventaja de Quilmes con un triple en 45 grados a falta de un minuto. En un final para el infarto, Lucas Ortiz concretó dos tiros libres y estiró la ventaja tricolor. Peñarol que buscó cortar con falta el ataque cervecero y a 4 segundos del desenlace del partido, Peñarol empató el clásico de la mano de su hombre más experimentado: Nicolás Gianella, que a pura destreza y experiencia puso las cosas 83 a 83 y forzó el suplementario provocando la euforia de la hinchada milrayitas.

Lucas Ortiz fue el goleador cervecero y con un par de tiros libres, aumentó el marcador tanto personal como el del juego: Llegó a los 33 puntos y en el comienzo del tiempo suplementario, puso las cosas 85 a 83 a favor de los de Bianchelli. Gianella empató nuevamente la historia en 87 con dos lanzamientos desde la línea. El camerunés Essengue aportó 4 puntos vitales para que el conjunto cervecero tome nuevamente las riendas del partido a falta de un minuto y medio para su finalización.

Faltando 30 segundos, Todd Brown redujo la desventaja a un punto con dos tiros libres que colocaron el marcador 93 a 92. Al igual que en el cuarto período, Peñarol buscó cortar con falta los ataques cerveceros y así ganar minutos en el reloj. A falta de 10 segundos, nuevamente Gianella puso las cosas 94 a 94 con una bandeja. Faltando 6 segundos para el final del partido, una complicación con el tablero del Polideportivo enfrió las emociones del partido. En la última jugada del alargue, Juani Marcos falló un triple que de haberlo convertido, se hubiera consagrado como jugador de Peñarol. La paridad se hizo presente a lo largo de toda la noche y el suplementario no fue la excepción: 94 a 94 y el partido debió acceder a un sexto período.

En un juego apresurado de ambos equipos, el segundo suplementario comenzó plagado de imprecisiones. El encargado de romper el molde fue Bolívar que convirtió un triple y puso las cosas 97 a 95. Un ida y vuelta de triples generó que el partido tuviera cambios repentinos de dueño. Por el lado del milrayitas, Lauría detonó la bomba en el aro contrario. Éste fue respondido por Lucas Ortiz, que devolvió gentilezas y puso las cosas 100 a 99. A falta de un minuto y medio para el final, Bolívar se llevó puesto a Marcos y llegó a la quinta falta. Sin uno de sus conductores, el partido se hizo cuesta arriba para el cervecero que encima perdió a su goleador, Lucas Ortiz también por haber superado el límite de faltas. Los tiros libres fueron concretados por Gorosterrazú y Peñarol alcanzó la máxima de 5 puntos. A falta de 39 segundos, la pelota descansó en los brazos de Gianella y Peñarol se quedó con la victoria por 105 a 101 en una nueva edición del clásico marplatense.

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